Asi se mueve el taqué.
El funcionamiento de los taqués hidráulicos respecto a los taqués convencionales es más silencioso puesto que los taqués hidráulicos compensan automáticamente las holguras que se van produciendo. Recordemos que a los taqués convencionales cada una cierta cadencia de funcionamiento del motor hay que hacerles un reglaje.
Vamos primero a identificar las siglas de la figura superior del documento.
A - Leva
B - Empujador o Tucho
C - Culata
D - Muelle o resorte
E - Cola de válvula
F - Conducto de aceite a presión
G - Entrada de aceite al Taqué interior
H - Válvula de bola
Dentro del Empujador o Tucho existe un taqué que puede deslizarse y apoya en la cola de válvula.
El aceite a presión, procedente del circuito de aceite motor (bomba de aceite) F, entra mediante G y la válvula de bola H dentro del taqué interior.
Desde el conducto F proviene el aceite del circuito de aceite motor con la presión que genera la bomba de aceite, cuando la excéntrica o leva A, comienza a presionar el empujador o tucho B, el resorte D hace cerrar el paso de aceite mediante la válvula de bola H, convirtiendo el bloque en un bloque sólido que comienza a empujar la cola de la válvula obligando a ésta a abrirse.
Mientras el empujador o tucho mantiene la posición más baja, debido a la presión ejercida por la leva o excéntrica, el aceite que proviene de la salida de la culata lubrica el juego y holguras del taqué hidráulico.
Al no tener juego ni holguras este componente es silencioso.
Al no ejercer presión la leva sobre el tucho, la válvula de bola abre liberando presión de aceite y el resorte D recupera la posición del tucho para disponer a éste a una nueva presión ejercida por la leva.
Un nivel de aceite bajo debido a una fuga o a un descuido de mantenimiento puede ocasionar daños a estos taqués, ya que se quedan sin presión de aceite para su correcto funcionamiento y lubricación.
Por las mañanas o arranques en frío se puede escuchar un traqueteo típico de estos componentes ya que la densidad del aceite no es lo suficiente fluida como para lubricarlos.
Para comprobar estos componentes manualmente, desmontaremos la tapa de balancines y accionaremos el arranque (mediante un puente o a golpe de llave) o giraremos el cigüeñal (opción más recomendable) hasta que la leva del taqué a comprobar no ejerza presión sobre él. Entonces mediante una cuña o util especial (ver libro de reparación del fabricante) ejerceremos una presión sobre el taqué hasta que actue sobre la válvula. Si el desplazamiento desde la posición más alta hasta la posición en la que actua sobre la válvula supera los x mm (datos del fabricante) el taqué habrá que sustituirlo.
Por lo general antes de realizar esta comprobación el motor nos indicará si existe algún defecto en los mismos por el típico ruido de "martilleo".
El taqué hidráulico es una pieza que generalmente se suministra en un recipiente parecido al que guarda los carretes fotográficos (prácticamente el mismo tamaño) y siempre bañados en aceite. Es una pieza que no admite reparación y como ya hemos dicho las holguras del orden de centésimas de milímetro que en el se producen son compensadas por la presión de aceite motor.